San Andrés de Teixido y las islas del más allá (El Correo Gallego)
12.12.2010 La presencia mítica de Hércules y este camino mágico en Galicia quedarían inmortalizados en A Coruña en la Torre de Hércules
TEXTO RAMÓN SAINERO
El camino de
San Andrés de Teixido es un camino mágico en el que la naturaleza
sobrenatural y misteriosa conectada con el mundo del Más Allá, nos hace
recordar el mundo de los seres invisibles que habitaban el mundo celta
de la costa Atlántica europea. También nos recuerda los caminos
sobrenaturales primitivos, caminos conectados con el mar y surcados por
embarcaciones misteriosas, sobrenaturales, que se dirigen hacia un mundo
desconocido. Este mundo marítimo del más allá esta claramente perfilado
en la mitología celta, es un mundo maravilloso lleno de encantos
terrenales donde nadie envejece es el Tir na n’Og (Tierra de la
Juventud), y se considera que los pueblos celtas fueron sus posibles
creadores o por lo menos los portadores de una tradición mitológica
antiquísima, común a los pueblos indoeuropeos, que más tarde
evolucionaría en las islas maravillosas del Más Allá.
Este
camino mágico no obstante hunde sus raices en un camino paralelo real,
es de los primitivos hispanos que desde el Cantábrico se embarcaron en
frágiles embarcaciones de cuero y a través del temible Atlántico
llegaron y poblaron las Islas Británicas, atestiguado por las pruebas de
ADN realizadas al respecto por prestigiosos genetistas y de lo que
espero podamos hablar otro día.
En un principio
los clásicos nos habla de una isla real y el lugar más maravilloso de la
tierra para poder vivir. Su gran lejanía la permite librarse de las
terribles incursiones de los pueblos del mar, de los fenicios, de los
griegos de Alejandro el Magno o de los mismos romanos. Es el lugar por
excelencia paraa poder vivir sin ser amenazados por peligros externos y
con gran cantidad de productos de la tierra para no temer el hambre o la
sed. Son las islas de los afortunados a las que van los mortales
favorecidos por los dioses y su lugar lo sitúan en el Atlántico.
También
los clásicos nos dicen que existe un camino de oriente a occidente que
nos conduce a esta isla de la felicidad, tan anhelada y buscada por los
celtas. Aristóteles en sus Noticias maravillosas (837, a, 7) nos
describe un camino mágico que atraviesa el sur de Europa de este a oeste
y por el que los peregrinos deben de ser ayudados en sus necesidades,
demostrando que la exitencia de este camini no son meras conjeturas.
Quizás estaría asociado al camino mítico seguido por Hércules hasta
Iberia, para robarle los bueyes a Gerión, y el también camino que siguió
Hércules a las islas Hespérides para robar las manzanas de oro. La
presencia mítica de Hércules y este camino mágico en Galicia quedarían
inmortalizados en A Coruña en la Torre de Hércules.
Otro
clásico, Diodorus Siculus (Libro V, 19, 1-5), nos habla de una isla
próxima a la isla de Bretaña muy similar a la mencionada isla de Tir na
Nog sin citar el nombre de Irlanda, pero que por su descripción no
parece ser otra. Una isla con ríos navegables, lagos, muchos jardines y
parques de árboles de todas las especies atravesados por arroyos de agua
dulce, con casas con salones de banquetes rodeadas de flores donde los
habitantes pasan el verano sin preocupaciones llenos de alegría y lujos
puesto que la naturaleza les provee de todo lo que necesitan. La caza de
animales salvajes, fiestas y otros entretenimientos hacen que nada les
falte. Incluso el clima es suave permitiendo gran cantidad de frutas.
Teniendo el mar que la rodea gran cantidad de peces de todas las
especies, terminando Diodurus por decir: "… por lo que parecería que la
isla, debido a su felicidad excepcional fuera el lugar donde habitara
una raza de dioses y no de seres humanos".
San
Andrés de Teixido en el Ortegal Gallego, orientado a la puesta del sol
en el Atlántico y el lugar más próximo, junto con Bares y sus
alrededores, en conectar en línea recta con Gran Bretaña e Irlanda, bien
pudo ser para los antiguos la primitiva puerta que conectaba en una
singladura marítima sobrenatural, en barcos de piedra, con el Más Allá.
Un Más Álla quizás localizado o conectado fisicamente con los cientos de
tumbas megalíticas existentes en el noroeste de Irlanda, el lugar más
remoto y más lejano de las costas europeas y también el lugar más
adentrado en el Atlántico y más próximo a la puesta del sol sobre sus
aguas.
La existencia de una isla en el Occidente europeo, frente a
las costas gallegas, admirada por su habitabilidad es bien conocida
siglos antes de de la Era Crisitiana. Así vemos como Hecateo de Abdera
en su tratado Sobre los hiperbóreos nos habla ya, en época tan temprana
como es el s. IV a. C., de una isla en la zona más occidental de Europa,
frente a los celtas, con unas condiciones de clima y habitabilidad
admirables (Diodoro, 2.47.1.). Isla que también Plutarco, Plinio o
Ptolomeo mencionan como mágica y las asocian a los Campos Elíseos del
mundo sobrenatural. Varios dias de navegación desde Hispania llevarán a
un lugar donde la vida es agradable, sus habitantes son felices, la
fruta es abundante, existe gran cantidad de pájaros de diferentes
especies y el clima es maravilloso.